Hojas otoñales

Si hay algo que me gusta mucho de nuestro nuevo hogar es el balcón. Pero ahora, que es invierno y hace frío, no me dejan salir mucho. Igual yo me las rebusco bastante bien, y cada vez que mamá y papá van a colgar la ropa o a regar a Kurata (un arbolito chiquito, creo que es un bonsia o algo así), yo aprovecho y me mando mis recorridas, y algún que otro lío.

Les cuento que como me encantan las hojas de los árboles, que caen ahí en el balcón, esas marrones y que hacen ruiditos muy lindos cuando se las aprieta, cuando se descuidan aprovecho y me llevo todas las que puedo adentro. Eso si, lo hago muy disimuladamente y con cuidado, y las escondo bien rápido, abajo del futón para después repartirlas por toda la casa. Mamá, a escondidas, trata de sacarlas antes de que papá se de cuenta, pero siempre se le escapa alguna, y después cuando papá las encuentra siempre protesta un poco, pero se termina riendo y comentando lo terrible y personaje que soy.

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